SAN JUAN FOLK EN ARENAL DE PENAGOS

Antes de haber llegado a la final del concurso Escenario Prau, había un tío dándonos la lata, que si éstos son mejores, que si de estos otros no opino que sólo he escuchado el disco, que si patatín que patatán... hasta que un día tocamos en la taberna Lloyd Nolan de Colindres, Cantabria y el mozo nos dijo que estaba seguro de que íbamos a ganar y que nos quería contratar para el San Juan Folk de 2009, que el de 2008 ya estaba cerrado.

El mozo no era otro que Merlín, y tenemos que reconocer que tuvo visión de negocio, ya que apalabramos ir a su festival más de un año antes de su celebración por el caché del momento, que, teniendo en cuenta que éramos un grupo totalmente desconocido y sin palmarés ninguno que poner en el dossier de turno, os podéis imaginar que era bastante bajo.

Dicho y hecho, tal como acordamos, y como hombres de palabra que somos allí estuvimos, en Arenal de Penagos, el 27 de junio de 2009. Allí estaban también nuestros amigos de Atalaya Soria con nuestro dulzainero y constructor de cañas favorito, Pancho Sánchez. También nuestros amigos de La Curuxa llegados desde Asturias, Aura Kuby con esa voz flipante y su mezcla de sabores cántabros y de ultramar y Almudena, Cote y Alfonso Ahumada con el rollo más tradicional.

Un sitio pequeño y acogedor, Luis Santamaría a los mandos del equipo y un ambiente insuperable hicieron el resto. Las colaboraciones se sucedieron una detrás de otra, primero de Arturo y Carlos con La Curuxa en "La Entradilla" (parece que los asturianos empiezan a mirar al sur), con Pancho, Iván de La Curuxa en "Arriba en la ermita"y una "Entradilla" final con Nel e Ivan de La Curuxa otra vez.

La anécdota del día... cuando estábamos empezando a tocar El Gato, ya sabéis: "el gato por donde viene..." un gato apareció al lado del escenario y alguien lo grabó, aunque el gato no se ve muy bien:

http://www.youtube.com/watch?v=N-Ogl84naYE

Después vino la fiesta junto a la barra con recital de Soltxu y Míriam incluído.Lógicamente acabamos amaneciendo y nos tuvieron que echar de la barra mientras un hombre del pueblo que sólo hablaba de caballos pinchaba el Cd de Vallarna en el coche a toda pastilla...

Luego nos fuimos a dormir a la casa de la familia De La Torriente que nos trató como si fuéramos de la casa.

Muchas gracias a Merlín, a Pablo de La Torriente y a toda la organización.