La gente del museo había hecho una convocatoria de escenario abierto a todos los grupos cuya música, de una u otra manera, bebiera de las fuentes de la tradición. Y acudimos a la llamada, como no podía ser menos, eso sí, en formato trío pues Carlos se hallaba ausente.
Para la ocasión recurrimos Pancho Sánchez, dulzainero, gaitero, chiflero y uno de los mejores constructores de cañas, para todo tipo de dulzainas, de toda la Península. Pancho aceptó gustoso la liada como buen músico tradicional.
Hubo más grupos el viernes, pero voy a comentar nada más lo que nosotros vivimos. Los primeros en salir a escena fueron VÍA LATINA un grupo de "fados de Coimbra" procedentes de Braganza, Portugal. No pudimos verlos pues estábamos ensayando un poco con Pancho, pero más tarde hablamos con ellos y cambiamos un disco por lo que aparte de lo que nos contaron puedo acreditar que son unos fenómenos. En un determinado momento sacaron a Ruth, conservadora del museo y culpable de todo el lío, a cantar con ellos.
Más tarde salieron al escenario dos músicos ingleses que se encontraban de ruta por España y Portugal recogiendo música de flauta de tres agujeros y tamboril. Ellos son los que actualmente conservan la tradición de las Morris Dances en Inglaterra. Se interpretan con flauta y tamboril (tabor pipe), acordeón, flauta travesera de madera y los danzantes van ataviados con un traje blanco parecido al de nuestros danzantes de paloteos y, efectivamente danzan con palos y pañuelos. Cuando sepa el nombre de los músicos rectificaré la entrada.
Y aquí tenemos a Alberto Jambrina y Pablo Madrid que nos ofrecieron una colección de temas tradicionales magistralmente interpretados con los instrumentos de la tierra: gaita de fole, dulzaina, flauta y tamboril, tambor sanabrés, pandero de Traz-Os-Montes, rabel de Porto y otros que se están incorporando a la tradición como el buzuqui o el cajón peruano.
Un momento realmente emocionante fue cuando salió a escena Pancho Sánchez para interpretar junto a JyM el corrido de Encinas.
Luego llegó el turno de los extremeños Zarandango que nos cantaron en formato de dúo una serie de temas de la tradición de su tierra ayudados por el público que enseguida se metieron en el bolsillo.
Luego llegó el turno de Wild Rovers, buenos amigos y músicos que dan caña a la música irlandesa. El Niñu se les arrimó en un par de temas y, tan lanzados iban, que tuvimos que darles un toque para que se bajaran del escenario como buenos herederos de la tradición irlandesa. ¡Menos mal que no tenían unas pintas de cerveza a mano!
Y, por fin, Vallarna en formato trío. ¡Cuánto te echamos de menos, Carlismo!
Con Pancho a la chifla campurriana en "La Charrada de los perros"
Con Pancho al requinto de dulzaina castellana y Pablo Madrid al cajón en el "Corrido del Tío Cerillas".
Arturo al paratu!
Con Pancho a la chifla campurriana en "La Charrada de los perros"
Con Pancho al requinto de dulzaina castellana y Pablo Madrid al cajón en el "Corrido del Tío Cerillas".
Final de concierto con Pancho a la gaita inglesa (¡¿qué no tocará el mozo?!) y Pablo al cajón.
Después de los conciertos nos dieron un obsequio a todos los participantes y nos invitaron a cenar y a beber buen vino y sidra y la liamos parda con la pandereta.
Después de los conciertos nos dieron un obsequio a todos los participantes y nos invitaron a cenar y a beber buen vino y sidra y la liamos parda con la pandereta.
Nos cerraron el Museo y nos tuvimos que ir a los bares...
¡Va a ser verdad que "Zamora es buena tierra"!
Nuestro agradecimiento al Museo y su plantilla y, especialmente, a Ruth Dominguez Viñas por el apoyo recibido y el trato insuperable y a Pancho Sánchez por su amistad y su música.
Arturo al paratu!
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